¡DESPRESURIZACION EXPLOSIVA!, LA ASOMBROSA ODISEA DEL VUELO 243 DE ALOHA AIRLINES.

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El 28 de Abril de 1988 era un día común y corriente en el archipiélago de Hawaii, y en una de sus islas estaba por ocurrir un suceso que asombró al mundo por las circunstancias en las que se dio.

Ese tarde en el aeropuerto internacional de Hilo, en la isla de Hawái, un avión Boeing 737-297 de la Aloha Airlines, matricula N73711, ya estaba por llevar a cabo el vuelo 243 con rumbo al aeropuerto internacional de Honolulu, en la isla de Oahu, ese iba a ser el noveno vuelo de esa jornada.

En la cabina de mandos estaban el capitán Robert Schornsteimer, junto a el estaba la primera oficial Madeline Tompkins a quien apodaban «Mimi», ella era una de las pocas mujeres pilotos de Estados Unidos, pero ya tenia mucha experiencia, en la cabina de pasajeros irían tres sobrecargos, Michelle Honda, Jane Sato-Tomita y la sobrecargo en jefe Clarabelle Lansing, a quien sus compañeros conocían cariñosamente como «Cb», una mujer que ya llevaba 37 años en la aerolínea, estaban recibiendo a los 90 pasajeros que harían el vuelo de 40 minutos de duración.

A las 13:00 PM hora local el 737 bautizado como Queen Lilioukalani salió para cumplir su ruta, y según quienes ya llevaban tiempo volaban ese avión cada vez que despegaba vibraba mucho y hacia mucho ruido con los motores, pero era algo normal, ya se habían habituado.

La gran mayoría de los 90 pasajeros de ese día eran clientes habituales, conocían a las aeromozas, y algunos se conocían entre si, así que se sintieron bien al estar entre gente familiar, y mientras el vuelo243 estaba aun en despegue las aeromozas se levantaron para servir bebidas, dado que el avión se llevaba unos 20 minutos en llegar a la altura de crucero, unos 7500 metros, era normal que las aeromozas se levantaran antes para servir a los pasajeros.

A unos 10 minutos de vuelo se escuchó lo que los pasajeros describieron como un gemido grave y posteriormente hubo una explosión, daban así inicio los 13 minutos mas espeluznantes en la vida de todos los que estuvieron a bordo ese día.

El techo del 737 se desprendió dejando al descubierto las cinco primeras filas.

detrás de la cabina de mandos, la despresurización a casi 7000 metros fue brutal y en cabina Schornsteimer y Tompkins no sabían que había pasado, pero si sabían que si no bajaban pronto acabarían por padecer de hipoxia, mal que se manifiesta por falta de oxigeno, además tenían que saber que fue lo que escucharon, Schornsteimer tomó los mandos que hasta ese momento estaban en manos de Madeline Tompkins y la instruyó que pidiera ayuda urgente para poder bajar el avión en el aeropuerto de Kahului, en la isla de Maui, que era el mas cercano.

La fuerza de la explosión arrancó grandes pedazos de fuselaje que fue arrojado a los pasajeros que aun estaban sentados con los cinturones de seguridad abrochados, pues aun estaban en ascenso, las tres aeromozas fueron violentamente sacudidas y Clarabelle Lansing había desaparecido, ella estaba justo en el lugar del desgarre del avión, Jane Sato-Tomita quedó gravemente lesionada y cayó en el pasillo, Michelle Honda se las arregló para cubrirla con su propio cuerpo, los pasajeros estaban aterrados, además tenían que aguantar el ventarrón helado que entraba al avión dañado.

En tierra, en el control aéreo de la isla de Maui recibió la llamada de Mimi Tompkins pidiendo ayuda urgente, pero el ruido del viento en el micrófono hacia casi imposible la comunicación, así que a base de gritos la primera oficial se comunicaba con tierra y con el capitán.

Por momentos la radio se apagaba, a consecuencia de los daños del avión, y cuando por fin se comunicaban los pilotos recibían las instrucciones necesarias para descender con seguridad, el control de tierra los estaba instruyendo sobre lo que tenían que hacer e informaban que ya los cuerpos de socorro aeroportuario ya estaban a la espera en la pista donde habrían de aterrizar.

El capitán Schornsteimer hizo bajar el tren de aterrizaje, el panel de control mostró dos luces verdes, eran señal de que los trenes del vientre del avión estaban abajo, pero el tren delantero parecía no haber bajado, la luz que lo indicaba no estaba encendida.
Tompkins hizo saber al control de Maui que posiblemente no tenían tren de proa, así que uno de los bomberos y un controlador aéreo tomaron unos binoculares para tratar de ver si el tren de proa del 737 estaba abajo, el capitán disminuyó la velocidad para aterrizar pero el avión vibraba de manera terrible, así que volvió a acelerar para evitar la vibración, pero eso implicaba que aterrizaría mas rápido de lo indicado.

Mientras tanto uno de los bomberos confirmó que el tren delantero si había bajado, así que les comunicaron a los pilotos que si tenían modo de bajar con seguridad, la pista se acercaba mas y mas y por fin tocaron tierra, se dice que uno de los bomberos cayó de rodillas al ver en qué estado estaba el avión, por fin se completó la evacuación de los que se podían valer por sus propios medios, para luego buscar a los heridos, 7 de ellos estaban gravemente heridos… pero vivirían.

En tierra, Schornsteimer recibía los abrazos de los emocionados pasajeros que aun no podían creer lo que acababan de vivir, pero el animo se le ensombreció cuando el recuento de pasajeros y tripulantes arrojó que faltaba una persona, era «Cb» Lansing.

La investigación del accidente descubrió que el avión ya era un modelo muy viejo, con algo así como 90,000 vuelos en su record, algo inaudito para un avión así, además influía el hecho de que por operar en un medio cercano al mar tenia signos de corrosión, lo cual influyó con un fenómeno conocido como fatiga de metal.

Con los constantes despegues y aterrizajes el fuselaje se expandía y se contraía gracias a la presurización, y eso fue creando micro fracturas en los paneles del 737, y una pasajera sobreviviente comentó a un investigador que al subir al avión vio que había signos de corrosión evidente.

La forma en la que hacían trabajar al 737 también era reveladora, como hacia vuelos cortos estaba siempre sometido a la presurización constante, así que los remaches de los paneles del fuselaje se fueron agrietando poco a poco… hasta provocar el accidente.

Sobre cómo fue que Clarabelle Lansing salió despedida del avión, un pasajero describió que en el momento de escuchar como el metal se desgarraba vio que las piernas de Lansing subían hacia arriba y a la izquierda, por lo tanto la desventurada aeromoza fue la única persona que murió en ese vuelo.

Su cuerpo nunca pudo ser recuperado, y en el aeropuerto internacional de Honolulu se hizo plantar un jardín conmemorativo que lleva su nombre.

Robert Shornsteimer siguió trabajando para Aloha Airlines tras el incidente y en Agosto de 2005 se jubiló, Madeline «Mimi» Tompkins aun trabaja para la aerolínea y ya es capitan de Boeing 737-700.